Dolor, indignación y evidente tensión dominaron a la puerta de los juzgados de Caldas las más de cuatro horas que David Oubel permaneció en su interior. El caluroso sol de agosto ni siquiera fue rival para vecinos del supuesto asesino que querían expresar el desgarro que el asesinato de las dos pequeñas ha causado en la zona. Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local incluso intervinieron para apartar a varios presentes que se habían saltado el cordón de seguridad con actitud agresiva hacia el entonces detenido.

La actividad profesional en el negocio inmobiliario y gestión de comunidades en la comarca hacía que fuese bastante conocido. Y su carácter "apaciguador" en polémicas juntas vecinales a las que asistía cotidianamente en diferentes comunidades otorga estos días una mayor dosis de estupefacción a los penosos hechos. Quienes allí se congregaban se debatían entre la rabia por lo inexplicable del crimen, el llanto y también algunos por el insulto, con referencias en tono despectivo a la relación homosexual que David Oubel mantenía tras haberse separado de su exmujer y madre de las víctimas.

"Dejádnoslo a nosotros", gritaban algunos a los agentes que custodiaban al supuesto parricida. Algunos pedían para él la muerte que había provocado en sus dos hijas. Esta suerte de linchamiento público vivió su momento más tenso a la salida del presunto asesino, cuando varias personas decidieron saltarse el cordón policial con proclamas que incitaban a agredirle físicamente. También diversos asistentes corrieron tras el furgón, golpeando sus laterales, cuando se inició el traslado hacia A Lama.

Por otro lado, el pesar por este macabro suceso se pondrá de nuevo de manifiesto hoy en algunas de las principales ciudades gallegas. La Marcha Mundial das Mulleres y otros colectivos feministas han convocado las concentraciones de protesta ante lo que consideran un "crimen machista" perpetrado "en venganza" contra una mujer. En concreto, las protestas tendrán lugar en Pontevedra (Praza 8 de marzo), Vigo (ante el museo Marco), A Coruña (Obelisco), Santiago (Porta do Camiño), Ferrol (ante el Consistorio) y Ourense (ante la Subdelegación del Gobierno).