La asociación Ve-la Luz, que lucha contra la violencia machista, ha presentado hoy otra nueva acción de su campaña Zapatos Rojos contra esta lacra y ha denunciado desprotección e impotencia de las víctimas de maltrato.

Ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) varias activistas de esta entidad han dispuesto varias decenas de zapatos rojos que simbolizan cada acto de violencia machista y han condenado el suceso que acabó con la vida de dos hermanas menores de edad, presuntamente víctimas de un crimen pergeñado por su padre en Moraña (Pontevedra).

Margarita Dopico, que es la madre del bebé que falleció en el municipio coruñés de Paderne a manos de su padre, ha mostrado su "más profundo pesar y dolor por todos aquellos niños que han asesinado sus progenitores".

Ha pedido a las administraciones "medidas efectivas para evitar que se produzcan este tipo de actos" y ha solicitado a "aquellos hombres que están envenenados, que se lo piensen antes porque esto causa dolor a todos", porque sus actos suponen "una agresión a todos los niños y a la sociedad entera".

Otra mujer, Raquel Cal, ha denunciado la "impotencia" y "desprotección" de las víctimas de esta lacra incluso en casos conocidos en los que las fuerzas de seguridad saben "que algo va a pasar" y no actúan hasta que sucede.

Otra persona, que no ha querido revelar su nombre, ha comentado que existen "problemas con Guardia Civil y con la Policía Nacional" debido a "denuncias que llegan tarde y mal".

Ha afirmado que "los regímenes de visitas no están bien organizados" y "los puntos de encuentro no son los más adecuados para los niños", por lo que ha pedido cambios urgentes en la normativa actual.

Una compañera suya, que también ha optado por ocultar su identidad, ha subrayado que están "agotadas" por lo que sucede en una sociedad que cría "futuros maltratadores" porque hay "padres condenados" que tienen la "custodia compartida".

"Estamos aquí para decir basta. ¿Alguien entiende cómo una persona que tiene una orden de alejamiento puede compartir la custodia de un menor y enseñarle buenos valores? Estamos aquí para que se nos escuche y que nuestros hijos vuelvan con nosotras, sin secuelas ni físicas ni emocionales.", ha apuntado.

"Utilizan a nuestros niños -ha continuado- para vengarse y para hacernos daño y así nuestros pequeños no pueden ser felices", ha agregado ante los medios de comunicación.

Tras una máscara, otra activista, con "incapacidad total permanente", ha leído un emotivo comunicado que ha terminado entre lágrimas, emocionada con lo ocurrido.

"Mis lágrimas ya no son por mí, ahora lloro por las niñas de Moraña o por la mujer de Mallorca. Esas lágrimas me dan fuerza y coraje para seguir y para gritar alto y claro que la violencia de género debe ser erradicada de nuestra sociedad, empezando por la educación en igualdad de nuestros hijos. El pasado se ha perdido, el presente se está luchando y el futuro es nuestra promesa", ha concluido.