El fuego que anteayer asoló durante seis horas la antigua nave de Freiremar en Vigo derrumbó por completo el techo de los almacenes de conservas y la entreplanta del acceso a las instalaciones. En principio, pese a los enormes destrozos ocasionados, la estructura parece que no corre ningún riesgo de desplome. El aspecto interior de la nave es desolador. En el incendio ardieron también toneladas de latas de conserva que la empresa Albo almacenaba actualmente en dichas instalaciones.