La policía detuvo ayer a un hombre de 49 años, David Ray Conley, por la muerte, presumiblemente a tiros, de cinco niños y tres adultos. Los agentes se desplazaron el pasado sábado a una casa situada en las afueras de Houston tras recibir una llamada en la que se les pedía que comprobaran que todo estaba en orden en la vivienda. Dentro estaba el presunto asesino, sobre el que pesaba una orden de arresto por asalto agravado a un familiar. Los agentes intentaron entrar por la fuerza, ya que nadie abría la puerta, y vieron el cuerpo de un niño a través de la ventana, pero tuvieron que retroceder porque el sospechoso empezó a disparar. Una hora después, y tras la intervención de negociadores, el hombre se rindió. El presunto autor de los homicidios tiene un largo historial de violencia doméstica.