Familiares, amigos y músicos despidieron ayer a Javier Fernández, Hal 9.000 , a ritmo de percusión. Decenas de alumnos y compañeros baterías recibieron la llegada del féretro en la iglesia parroquial de Santa Marina de Cabral en Vigo con redobles y abrieron un pasillo para su familia.

Los padres y la viuda del músico vigués fallecido el miércoles estuvieron arropados por sus allegados y también por los antiguos compañeros de Los Piratas. La banda de rock que triunfó en los 90 y se paró en 2004 volvió a reunirse ayer en Cabral para despedir a Hal 9.000 el amigo y compañero de tantos años. Allí estaban Paco Serén, guitarrista y teclista del grupo y casi vecino en Ponteareas, y el bajista Pablo Álvarez, con los que mantenía una relación más próxima. Tampoco faltaron el antiguo vocalista Iván Ferreiro, que hoy triunfa en solitario, y Fon Román. El grupo quedará para la historia de la música y su influencia es citada como fundamental para muchas formaciones actuales. El mundo de la música al completo se dio cita con la presencia de productores y técnicos de sonido en el funeral y posterior entierro de Javier Fernández. La violinista Patricia Moon acudió al sepelio, y también Nicolás Pastoriza, de Ectoplasma, grupo con el que también tocó Javier Fernández tras la disolución de Los Piratas, al igual que con la banda Minim.

Hace unos siete años que Javier Fernández abandonó la música en directo para dedicarse a dar clases de batería en centros como Aula Eléctrica y DZetta Music Center en Vigo, cuyos responsables también acompañaron ayer a su viuda, Andrea Montes, en la parroquia viguesa de Cabral, al igual que numerosos alumnos. Hal 9.000, resaltaban, era un profesor de prestigio. Ayer los suyos le lloraron.