Andrea Montes, viuda de Javier Fernández, el batería del desapraecido grupo de rock Los Piratas que falleció este miércoles tras el disparo de un guardia civil en su casa, está personada como parte perjudicada desde ayer. Lo hizo como mujer y como tutora legal de su hijo de dos meses en el procedimiento judicial que ha abierto el Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas que investiga lo ocurrido en la vivienda conyugal de Guláns cuyo desenlace fue la muerte del músico vigués en el hospital Meixoeiro.

La madre llegó ayer a la una de la tarde al juzgado acompañada del guitarrista de Los Piratas, Paco Serén, a quienes esperaba su abogado, Gerardo Gayoso. El representante legal de la familia explicó que, de momento, su clienta solo se ha personado como "parte procesal perjudicada" porque "no culpamos a nadie, solo queremos saber que pasó exactamente para que el día de mañana Andrea pueda explicarle a su hijo por qué murió su padre".

Al no haber sido decretado el secreto de sumario, el letrado tuvo acceso al atestado entregado ayer por la Guardia Civil a la juez, y podrá analizarlo este fin de semana. Después de leer la investigación aportada por la Benemérita, la declaración realizada por el guardia civil que disparó, la de su compañero, la de los los tres sanitarios desplazados a la vivienda y la de los vecinos, cuando el abogado asesore a la familia y ésta decida si personarse como "acusación particular".

La juez ya ha fijado las fechas de las declaraciones y ha citado para el próxmo 2 de septiembre a los testigos presenciales del suceso: los dos agentes de la Guardia Civil, los tres sanitarios y Pablo, el amigo del fallecido que intentaba mediar. La versión de éste contradice la oficial, pues sostiene que no hubo agresión previa por parte de Javier Fernández al guardia civil, si bien le amenazó con un cuchillo; que el sanitario que entró con ellos en la casa -que habría corroborado la versión de la Guardia Civil de que el batería de Los Piratas se abalanzó sobre los agentes llegando a agredir a uno de ellos con cubiertos- salió cuando el otro agente montó el arma y que él intentó evitar el disparo y advirtió al agente que el hombre era un enfermo. También realtará a la juez lo que ocurrió tras los disparos y lo que dijo el agente al caer llorando al suelo.

El letrado de Andrea Montes señaló que recomendó a este testigo y amigo del músico fallecido que no declarara ante la Guardia Civil y le aconsejó que esperase a hacerlo en sede judicial, lo mismo que habría asesorado a los otros dos amigos de la pareja que acudieron a la casa ese día. Uno de ellos, Miguel, fue el primero en llegar a la vivienda para tratar de calmar al músico mientras su mujer salía a pedir ayuda y el otro, Telmo, se habría encargado de sacar al bebé de la casa, después de serle arrebatado a Javier -quien lo mantenía retenido-, para devolverlo a su madre.

Varios vecinos aseguran que después del disparo, cuando Javier estaba siendo atendido por los sanitarios, continuaba muy alterado pidiendo a gritos que lo soltasen e intentando arrancarse las vías. Por otro lado, el representante legal de la viuda aseguró que la familia todavía no consiguió contactar con el psiquiatra que había dejado de suministrarle medicación a Javier para tratar su trastorno bipolar. No obstante, aseguró el letrado que se tratará de averiguar si hubo "negligencia" por parte del facultativo, si bien el caso será tratado "a parte" de la investigación por el disparo.