Los sanitarios que acudieron el jueves pasado a un domicilio de Tenerife por el fallecimiento de una persona mayor jamás imaginaron lo que se encontrarían: el cadáver de una anciana que solo pesaba 25 kilos, en posición fetal, con llagas por todo el cuerpo y síntomas de no haber recibido la menor atención durante un largo periodo de tiempo, incluida la alimentación y la higiene. La policía detuvo ese mismo día a su hijo, José Ramón L. A., de 39 años, por un presunto delito de homicidio por omisión.

Los agentes sospechan que dejó morir a la anciana por causas que se investigan. La juez que lleva el caso prorrogó el arresto del hombre 48 horas y ayer le tomó declaración por segunda vez. Tras ello, decretó su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza por un presunto delito de homicidio por omisión, al dejar morir a la mujer por inanición.

También está imputada por este caso la esposa de José Ramón L. A., que convivía en el domicilio con ambos. El informe preliminar de la autopsia señala que el cuerpo presenta indicios de falta de los más mínimos cuidados personales de higiene y sanitarios, y con úlceras provocadas por la posición del cuerpo durante un largo periodo y una alimentación insuficiente. Los médicos precisan, no obstante, que la causa última de la muerte fue una insuficiencia respiratoria aguda y que no se aprecia en el cuerpo ningún tipo de lesión. El hijo de la anciana fallecida solicitó en febrero una ayuda de alimentos que le fue concedida y tramitada a través de una ONG.