Diego Pedrido abandonó sobre las 20.30 horas del domingo la vivienda de Vigo donde se cometió el crimen, pero había dos horas en blanco hasta que a las 22.30 se entregó en las dependencias policiales anunciando que había matado a su novia. La furgoneta C-15 que utilizaba en su trabajo como interiorista era la clave, pero no estaba en las inmediaciones de la comisaría, y él aseguraba que había llegado haciendo auto stop. La Policía Nacional ha esclarecido lo ocurrido. El presunto homicida se marchó del piso en su vehículo de trabajo, pero sufrió un accidente en una rotonda. Entonces se bajó, abandonó el vehículo y se dio a la fuga andando, hasta que paró a un conductor y le pidió que lo llevara a la comisaría. No recordaba donde había dejado la furgoneta, pero la Guardia Civil tenía el vehículo y buscaba al conductor. Las fuerzas de seguridad cruzaron datos y agentes de la Policía Científica inspeccionaban ayer la furgoneta.