Por la etapa Grandas de Salime-Padrón del Camino primitivo, los peregrinos siguen pasando sin descanso. El día acompaña (está nublado, pero no llueve) y los recuerdos parecen quedarse atrás, como el duro recorrido hecho.

Entre Cabreira y Fonfría (Lugo), el grupo que desde el domingo compartió etapas con Miguel Ángel Muñoz Blas, el presunto asesino de la peregrina norteamericana Denise Pikka Thiem, caminaba ayer con paso firme. "Espero que no sea lo que intuimos", dicen cuando observan a los periodistas acercarse.

Hace apenas unas horas que se han convertido en el foco de atención. Son las personas que compartieron experiencias, cama y comida durante días con un leonés que mató a la mujer extranjera desaparecida el pasado mes de abril tras salir de Astorga cuando hacía el Camino. Pocos quieren hablar y nadie desea hacerse una foto. "Nunca te esperas algo así", dice uno de los caminantes sin dejar de apretar el paso, casi intentando huir. ¿Están impactados? "Mucho. No lo esperas. Se puede imaginar...".

A pocos metros, una pareja sí ofrece más información sobre el presunto asesino que anteayer tenía previsto dormir en el albergue de peregrinos de la localidad asturiana de Grandas de Salime, donde fue detenido. "Es cierto que era el más tímido del grupo, pero tampoco haces mucho caso a nadie. Tú vas a lo tuyo", detalla el joven. "Sí se comenta que era un tipo humilde y noble", añade.

La noche ha sido larga en el albergue grandalés. Algunos han dormido bien y otros no tanto. "Solemos vernos siempre con las mismas personas en las etapas. Lo conocíamos de eso. Yo trato de no pensar en ello", señala un muchacho que hace solo el Camino primitivo a Santiago.

En los bares de la localidad lucense de A Fonsagrada, uno de los destinos de las siguientes etapas del camino, se habla de la detención en la localidad asturiana de Grandas de Salime, que dista unos 27 kilómetros. "Increíble", se escucha decir a una mujer.

Entre tanto, Grandas digiere lo ocurrido. Rocío Ferreira es la persona que grabó con su teléfono móvil las únicas imágenes que hay del presunto asesino. "Fue todo muy rápido", indica. Al principio, muchos vecinos pensaron que se trataba de un ladrón. Eso sucede en el bar donde tuvo lugar el arresto.

La pareja que regenta el negocio intenta ahora pasar capítulo. Evitan en lo posible hablar de la detención si bien cuentan sus impresiones. "No me dio tiempo ni a salir del bar", dice el hombre. Los policías de Luarca que detuvieron al vecino de Castrillo de los Polvazares actuaron "rápido y con mucha profesionalidad", añade. Uno le puso a Miguel Ángel Muñoz la pistola en la cabeza y otro la porra en el cuello. Cuando el hombre ya estaba en la sede de la Policía Local esperando a ser trasladado a León, muchos vecinos de Grandas escucharon al helicóptero policial. "Fue cuando la gente se puso alerta", comenta una vecina. "Por suerte, todo fue muy rápido", concluye.