El letrado de la acusación popular en el caso Asunta, Ricardo Pérez, ha confesado hoy no estar molesto por el hecho de que la defensa haya acusado a la asociación Clara Campoamor de informaciones intencionadamente equivocadas y ha achacado tal actitud a la estrategia de "generar dudas".

También ha defendido el papel de su organización, que vela por los derechos de la infancia, al ejercer de "voz de Asunta", y ha ensalzado el excelente trabajo de la Guardia Civil, "absolutamente profesional, independiente, riguroso y brillante".

Este letrado ha valorado, terminada la sesión de hoy y a su salida del juzgado, una intensa jornada que ha calificado de "predecible" porque cada parte iba a sostener sus "respectivos escritos", ha dicho.

Sobre el comentario de Belén Hospido acerca de que los únicos que representan a la niña son sus padres y no Clara Campoamor, ha opinado que "si los padres de Asunta están acusados, alguien tendrá que ser su voz, ¿y quién mejor que una asociación dedicada a la protección de los menores y de las mujeres para hacerlo?", se ha preguntado.

Acerca del papel de los medios de comunicación en el juicio, Ricardo Pérez ha negado que intoxiquen al jurado y ha defendido el carácter "prioritario" del derecho a la información.

"Los medios de comunicación cumplen con su misión", ha apuntado este abogado, que ha añadido que "la Constitución dice que el juicio sea público, así que ustedes pueden hacer las valoraciones que estimen oportunas".

Pérez ha aludido también a la presencia de supuestas pruebas, según la defensa de los acusados, en concreto de la que se ocupa del padre de la niña, de que Alfonso Basterra no salió de su casa la noche en la que murió la pequeña Asunta: "Hay otros hechos que demuestran que sí salió, y cuando los testigos comparezcan, se verá quién es el que dice la verdad y quién miente", ha avanzado.

Ha mencionado "hechos concretos, que están avalados por cámaras, no invenciones".

De la actitud de los acusados, ha contado que ha sido "normal" y que "prácticamente no han cruzado palabra" entre sí, pero consultado por sus reacciones durante el juicio, ha manifestado no haber visto prácticamente nada: "Tenemos al acusado a nuestro lado y no vemos las reacciones, aunque negar o reír son actitudes previsibles cuando alguien te acusa".

No ha querido pronunciarse, por tanto, sobre las lágrimas de la acusada, que han sido continuas a lo largo de la mañana.

Asunta fue localizada en la madrugada del 22 de septiembre de 2013, sin vida, en una pista forestal de Teo, y sus padres, que la adoptaron cuando no había cumplido siquiera un año, son los únicos imputados por esta muerte violenta que ahora se juzga.