Los agentes que revisaron los móviles de Rosario, Alfonso y Asunta (un iPhone 5, un LG630 y un iPhone4 respectivamente) durante los días 20 y 21, la víspera y el día de su desaparición y posterior fallecimiento, no constan whatsapps entre ambos progenitores, un extremo que sorprendió a los agentes, ya que se enviaban mensajes habitualmente. La hipótesis de la Guardia Civil es que los mensajes de estos dos días fueron borrados y no fue posible recuperarlos. No obstante, la abogada de Alfonso, Belén Hospido, preguntó tajante al agente que se eliminaron, y este negó poder asegurarlo. Sí aseguró el guardia civil que Rosario Porto borró al menos una llamada de su móvil el sábado entre las 22.45 y las 23.09, intervalo que coincide prácticamente, si se confirman los hechos, con la presencia de ambos en la comisaría para denunciar la desaparición de la niña. En cuanto a las imágenes mostradas hasta el momento de Asunta disfrazada, Hospido criticó, en defensa de Basterra, que se eligiesen solo algunas. Pidió mostrar, ayer, algunas fotos de la niña con el vestido de ballet "en situaciones bien distintas, como una foto de grupo con las compañeras" o en el propio escenario de la actuación, no solo en la que aparecía maquillada. La defensa dio a entender así que se habían elegido las fotos más tendenciosas. Uno de los agentes explicaba que solo en un móvil había más de 40.000 imágenes, para dar muestra del trabajo de revisión. En todo caso, Hospido preguntó si alguna de esas fotos estaba en el ordenador de Basterra, que continuamente negaba con la cabeza para mostrar su desacuerdo con la elección del Ministerio fiscal, y la respuesta de los agentes fue negativa. También se criticaron las filtraciones de imágenes a medios. Cuando apareció el ordenador de Basterra, junto a una bolsa pequeña con ropa, en su piso, los agentes comprobaron que habían sido eliminados 547.000 vídeos y fotos, entre ellos algunos con "carácter sexual". Del estudio del ordenador no se pudo saber si se cambió el disco duro, según los agentes.

El agente que estuvo al lado de Rosario en una primera inspección de la casa de Teo tras la desaparición de la niña, jefe de la unidad del personal que practicó las diligencias, confirmó que lo primero que hizo la madre de Asunta fue ir a la papelera del primer piso, con la intención de ir al baño (al final no fue al baño, por cierto, apuntó). En teoría era el baño en el que funcionaba la cisterna, no obstante, con las fotos de los tres baños el fiscal quiso dejar constancia visual de que era el más sucia. Se puso "nerviosa", apuntó el agente. Además de la mascarilla, que en teoría se la ponía ella "para los ácaros", los pañuelos estaban "húmedos", según el agente, "muy humedecidos y con mucha frescura". Preguntada por la cuerda naranja: "a eso contestó él, y dijo que se utilizaba en labores de jardinería", según el agente.