Raúl Serrano, el padre del bebé que murió asfixiado supuestamente por su madre en un hotel compostelano, declaró a los medios de comunicación que él se había ido a dar una vuelta por Santiago tras discutir con su mujer por la mañana por cuestiones relacionadas con la niña y que se enteró de lo ocurrido cuando le llamaron por teléfono a primeras horas de la noche.

El colectivo integrado en el Instituto Gnóstico Samael y Litelantes, organizador del congreso al que acudió el matrimonio en Santiago, niega ser una secta, un calificativo que le otorgan tanto asociaciones de lucha contra este tipo de grupos como sectores de la Iglesia Católica en Latinoamérica, donde está especialmente arraigado ya que su fundador es un colombiano.

Un jurista argentino aportó documentación en el Juzgado de Santiago para que se investigue si el crimen pudo ser inducido por la "secta de los gnósticos", según informó Efe. El abogado, que preside la Red de Apoyo para Víctimas de las Sectas, apunta que en Bolivia hubo casos similares relacionados con la llamada "alquimia sexual", que estipula que las relaciones íntimas en el movimiento están permitidas dentro del matrimonio "siempre y cuando no se produzca eyaculación".