¿Qué aclaró hasta ahora el juicio o en qué puntos hay más luz que antes? Durante estos días ha sido clave el análisis de las 33 cámaras analizadas en Santiago y alrededores para contrastar las declaraciones de ambos acusados, tanto de Rosario Porto como de Alfonso Basterra. La investigación realizada por la Guardia Civil, expuesta en el juicio por un agente que se encargó del visionado de las grabaciones, solo puede confirmar un viaje de ida a Teo y otro de vuelta a Santiago de Rosario Porto. En el de ida, como consta en las imágenes tomadas por la cámara de Galuresa, el análisis confirma que Asunta iba en el coche, con su madre. Sin embargo en el de vuelta se ve a Rosario ya por el Parlamento y salir del aparcamiento en el centro de la ciudad sobre las nueve y media del sábado. El agente confirmó, por el estudio de las imágenes, que Asunta no regresó con su madre. En este punto fue rotundo, si la niña pasase con su madre la habría visto.

El análisis de las cámaras siembra preguntas, sin embargo, sobre la declaración de Rosario Porto, que aseguró que dejó a la niña en el centro de la ciudad para que regresara a casa. También queda otra laguna: ¿qué fue de los dos viajes a Teo que Rosario Porto asegura haber hecho entre las seis y media de la tarde y las nueve y media de la noche tras varios despistes? En teoría, si el examen visual es correcto, no hay imágenes que puedan confirmarlos.

En cuanto a Alfonso, las cámaras no lo captan en ningún momento de la tarde, hasta la noche, que sale a buscar a la niña. Las grabaciones confirmarían su teoría de que no salió de casa, pese a testigos que aseguran haber visto a Alfonso con la niña sobre las seis y veinte y también a la niña sobre las siete y media en el centro. Además, resultó aclaratorio el informe de la alarma del chalé: encaja la desconexión con el primer viaje a Teo de Porto y el último, a las nueve. Pero también el martes previo (17) estuvo desconectada la alarma y nadie sabe quién pudo acceder a la casa ese día, cuatro jornadas antes de los hechos.