Nuevo caso en Vigo de una red nigeriana que supuestamente utilizaba rituales de vudú para intimidar a las mujeres con fines de explotación sexual. El Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad olívica dirige una investigación por delito de trata de seres humanos, una causa iniciada a raíz de que este pasado verano la Policía Nacional rescatase a una joven que presuntamente permanecía a merced de la organización en un piso de la viguesa calle Urzáiz.

Esta chica, que adquirió la condición de testigo protegido, prestó declaración ayer ante el juez, interrogatorio que se constituye como prueba preconstituida de cara a un futuro juicio, por lo que la comparecencia se celebró en una sala de vistas con presencia de fiscal, abogados y los cinco imputados en este proceso, dos varones de Vigo y tres mujeres naturales de Nigeria, una de las cuales, R.E., está en prisión provisional por su supuesto papel principal en la red.

Cortes en el cuerpo

La liberación de la víctima y las detenciones realizadas por el grupo UCRIF de la comisaría viguesa se remontan al pasado julio. La joven, que afirmó que tiene 17 años si bien se le hicieron pruebas forenses al sospecharse que puede ser ya mayor de edad, fue presuntamente captada en Nigeria, donde le ofrecieron trabajo en España, aunque sin precisarle en ningún momento que tendría que ejercer la prostitución. En su país la llevaron a dos espiritistas para, supuestamente, someterla a rituales de vudú: en uno, según su propio relato, le habrían hecho cortes en varias partes del cuerpo para después limpiar la sangre con un trapo que se usó para el rito, y en el otro habría tenido que beber la sangre y comer el corazón de un pollo muerto.

La chica llegó en avión a París, donde la esperaba la mujer que ahora está en prisión y que tiene otras dos hermanas (una en Nigeria y otra en Vigo) también presuntamente implicadas en la trama. Desde Francia fue a Madrid, donde habría permanecido un tiempo y habría sido obligada a ejercer la prostitución en un club, desde el cual fue conducida a otro antes de su traslado a Vigo, a donde llegó en autobús.