El abogado de la madre de Asunta, José Luis Fernández Aranguren, asegura que hubo "un error de bulto inicial que condicionó toda la investigación de este caso" y negó que su defendida sea culpable de la muerte de su hija. En sus conclusiones finales indica que no existen pruebas probatorias contra ella. Aranguren expresó al jurado que los indicios para una decisión final tienen que basarse en datos ciertos "y no en conjeturas". También les explicó que "en caso de duda, hay que pronunciarse a favor del acusado", que es la base del principio jurídico "In dubio pro reo". En este punto recordó el caso de Dolores Vázquez, por el crimen de Rocío Wanninkhof.

Para el abogado de Rosario no tiene sentido pensar que la niña "estorbase" a su madre, en ese caso, "podía pasar la custodia a Basterra o enviar a la niña al extranjero, por ejemplo". "¿Cuántos padres se divorcian en España para empezar una nueva vida? Muchos, ¿verdad? ¿Y por ello matan a sus hijos?", reflexionó en la sala el abogado.

Para Aranguren, no pudo probarse el vínculo de los restos de tierra del coche y apuntó que "raya la subnormalidad" el hecho de dejar las cuerdas sueltas, unas cuerdas que tampoco dejan conclusiones, apuntó el abogado, que tampoco encuentra nada extraño en el hecho de que a las nueve y media de la noche del sábado acudieran a la comisaría para denunciar la desaparición de la niña al perderla de vista unas dos horas antes.

"Si Rosario llevara el cadáver en el coche (la tarde del 21), en el espacio entre los asientos delanteros y traseros, ¿se iba a parar a hablar con su vecino durante unos minutos, abriendo la ventanilla?", preguntó el abogado, quien indicó que los perros del vecino "ni se acercaron al coche". También apuntó el abogado, contra la teoría de ayer del fiscal, "que sí se puede regresar de Decathlon a la zona del garaje por la Avenida de Lugo".