"Hoy por hoy no se cuenta con ningún indicio firme que nos permita sostener que existen datos más allá de meras conclusiones fundadas en conjeturas a las que llegan los agentes, de todo punto insuficientes". Así rechazó la juez las certezas de la Guardia Civil contra el marido de Isabel Fuentes, la mujer asesinada por este hombre cuando se recuperaba en la cama del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, el pasado mayo, de un primer ataque en el domicilio conyugal que el homicida quiso disfrazar de robo.

La Policía Judicial presentó un atestado por escrito pidiendo que se volcaran las pesquisas sobre Aniceto Rodríguez Caneiro. El marido era para los agentes "el principal sospechoso" y un potencial "peligro" si no se le restringían las visitas al hospital. La magistrada falló en contra de pincharle el teléfono y de limitar su presencia en el centro sanitario. Allí fue donde finalmente Aniceto asesinó a su esposa con un cuchillo.

Contra la autoridad que adoptó esas decisiones, la titular del Juzgado mixto número 1 de Verín, Cristina María Fernández Viforcos, presentó una queja oficial la familia de la víctima. La abogada instaba la apertura de un expediente disciplinario y la aplicación de una sanción, al sostener que el crimen pudo evitarse si el sistema hubiera funcionado conforme debía. También dejaban abierta la posibilidad de plantear una recusación. Pero el Poder Judicial ampara la labor de la juez.