Desde que el lunes a mediodía el jurado se encerró a deliberar, todas las miradas estuvieron puestas en los cinco hombres y cuatro mujeres que tuvieron el destino de Rosario Porto y Alfonso Basterra en sus manos. La espera, también por parte de los acusados, que llegaron ayer a las dependencias de los juzgados compostelanos desde Teixeiro, como cada día desde el inicio de la vista, culminó ayer por la mañana.

Antes del mediodía, cuando el portavoz del jurado leyó el acta, la sala de prensa no solo se llenó con los periodistas acreditados -en torno a un centenar según el Tribunal de Xustiza de Galicia-sino que también mostraron su curiosidad juristas y funcionarios del juzgado.