Un avión ruso de la compañía MetroJet (Kogalymavia) con 224 personas a bordo se estrelló ayer en la península egipcia del Sinaí, poco después de despegar de la localidad turística de Sharm el Sheij, en un trágico incidente cuyas causas aún están por determinar.

La embajada rusa en El Cairo confirmó que todos los pasajeros del vuelo 9268 Kogalymavia han fallecido, a través de su cuenta oficial de la red social Twitter. El Gobierno egipcio descartó que hubiese supervivientes entre los escombros del aparato, cuando las operaciones de rescate, al cierre de esta edición, todavía continuaban.

La aeronave, un Airbus A321-200, desapareció 23 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Sharm el Sheij, rumbo a San Petersburgo, y cayó en una región desértica montañosa de difícil acceso situada en el centro del Sinaí. Los equipos de rescate egipcios recuperaron ayer 129 cuerpos sin vida, que fueron trasladados a El Cairo por las Fuerzas Armadas, según explicó el primer ministro egipcio, Sherif Ismail, en rueda de prensa en la capital.

El Gobierno detalló en un comunicado que, de los 217 turistas que viajaban a bordo del avión, 214 eran de Rusia y tres de Ucrania, y que entre ellos había 132 mujeres, 62 hombres y 17 niños. Además, volaban siete miembros de la tripulación, de nacionalidad rusa.

Las cajas negras del avión también fueron halladas ayer, lo que permitirá esclarecer las causas del incidente, pero tanto Egipto como Rusia descartaron que se tratase de un ataque terrorista.

La filial egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), denominada Wilayat Sina (provincia del Sinaí) y que tiene su base en esta región, aseguró haber derribado el avión ruso, en un comunicado cuya autenticidad no ha podido ser confirmada. La agrupación radical difundió un vídeo en el que se puede ver un avión de pasajeros que explota en el aire y cae en picado, pero sin aportar evidencia alguna de que se pueda tratar del avión ruso siniestrado ayer.

El primer ministro egipcio afirmó que "técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura", aunque no han trascendido todavía informaciones sobre las primeras investigaciones que están realizando las autoridades egipcias, a las que se sumarán expertos rusos y europeos.

El ministro de Aviación Civil, Husam Kamal, desmintió los rumores sobre un posible cambio de ruta del avión y destacó que las comunicaciones del mismo con la torre de control eran "normales" antes de que se estrellara.

El presidente del organismo responsable de los aeropuertos egipcios, Adel Mahgub, aseguró a la agencia de noticias oficial Mena que la aeronave había sido sometida a una inspección antes de que partiera de Sharm el Sheij, de donde despego sobre las 06.00 de la mañana hora local, y comentó que estaba en "buen estado" para volar.

La casa matriz informó desde Francia que el Airbus A321-200 había sido fabricado en 1997 y acumulaba unas 56.000 horas de vuelo en casi 21.000 viajes.

Fuentes de los servicios de emergencia egipcios revelaron a Efe que las víctimas fallecieron a causa de "una explosión y por asfixia", pues algunos cuerpos presentaban heridas graves, mientras que otros sólo signos de asfixia. Los primeros 34 cadáveres de las víctimas llegaron ayer por la tarde a la morgue de Zenhun, la principal de la capital egipcia, donde se les realizaron los análisis de ADN para identificarlos.

El primer ministro egipcio y otras autoridades visitaron las instalaciones, rodeadas de un fuerte dispositivo de seguridad para impedir el acceso a la calle donde está situado el depósito, tal y como constató Efe.

Decenas de periodistas se congregaron a las puertas de Zenhun, el único lugar donde se le permitió a la prensa recabar información, ya que el área donde se estrelló el avión estaba vetada a los medios de comunicación.

Las labores de búsqueda y rescate fueron ayer estrictamente supervisadas por el Gobierno y el Ejército egipcios, en "total cooperación y coordinación" con la parte rusa, según el ministro de Exteriores, Sameh Shukri.

El presidente Abdelfatah al Sisi transmitió a su homólogo y aliado ruso, Vladímir Putin, sus condolencias por la catástrofe del avión.

El ministro de Turismo, Hisham Zazú, opinó que el trágico suceso no afectará al ya maltrecho sector y detalló que las víctimas habían viajado a Egipto con dos agencias turísticas rusas, muchas de las cuales ofrecen paquetes baratos a los destinos del mar Rojo.

Las aerolíneas Lufthansa y Air France decidieron ayer evitar la península egipcia del Sinaí hasta que se esclarezca lo ocurrido con el Airbus. En el caso de la compañía alemana esto afectará a, al menos, diez vuelos al día. Para Air France se trata de una medida de "precaución".

El producido ayer fue es el incidente el más trágico en Egipto desde el año 2004, cuando 148 personas -de ellas 135 turistas franceses- murieron al precipitarse en el mar Rojo un Boeing 737 de la compañía egipcia Air Flash minutos después de despegar de Sharm el Seij.