El abogado de Rosario Porto, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, confesó ayer que su cliente está "en shock" y que ambos sienten "incredulidad compartida" ante el veredicto. El letrado cuestionó además las instrucciones previas dadas por el presidente de la sala al jurado para la deliberación y la posterior votación, que causaron más "confusión que explicación", aunque descartó que el juez se mostrara tendencioso. Indicó que, a su juicio, el magistrado se quedó corto en la explicación de lo que era una prueba indiciaria y en desgranar en qué consiste el in dubio pro reo, principio jurídico por el que en caso de duda se favorecerá al imputado o acusado en las decisiones.

"Cualquiera que haya estado en el juicio sabe que el veredicto y la prueba están absolutamente discordantes y que no encajan en absoluto", comentó José Luis Gutiérrez Aranguren, que aludió a "pruebas inexistentes que se han interpretado en contra del reo" para asegurar, a continuación, que la duda "ha favorecido a la acusación".

"Es comprensible desde el punto de vista de unos ciudadanos que no conocen el funcionamiento de la justicia, pero no estoy echando la culpa a nadie, y probablemente sea yo el mayor responsable de este fracaso", declaró.