Una avalancha de barro y residuos minerales provocada por la ruptura de los diques de dos depósitos de desechos de un complejo minero sepultó decenas de viviendas en siete distritos de la ciudad brasileña de Mariana y dejó al menos 17 muertos, decenas de heridos y cientos de damnificados.

La mina es propiedad de la empresa Samarco, que comparte el control con la brasileña Vale y la australiana BHP, dos de las mayores mineras del mundo.

El accidente por causas aún desconocidas ocurrió hacia las 16.20 horas del jueves y transformó los poblados en los alrededores de Mariana en campos arrasados y cubiertos por un alud de barro que destruyó o cubrió todo lo que encontró a su paso en un radio de hasta 60 kilómetros.

En la región era posible ver automóviles amontonados encima de lo que quedaba de algunas residencias, y montañas de barro cubriendo lo que antes eran plazas y carreteras.

La mayoría de los habitantes de las poblaciones afectadas lograron huir a tiempo antes de ser barridos por la riada gracias a que la ruptura de los diques alcanzó a ser vista o escuchada por los vecinos. Ni la empresa propietaria del complejo minero ni la alcaldía disponían de sistemas de sirenas o de alerta en caso de accidentes de ese tipo.

"La mayor parte" de los vecinos consiguió huir a zonas más altas subidos en camiones de una constructora que estaban en la localidad", dijo Sídney Solveira, habitante de Bento Rodrígues, el distrito más afectado y que prácticamente desapareció.

Un centenar de bomberos y al menos una veintena de vehículos, con la ayuda de helicópteros, trabajan en las operaciones de rescate y ya han conseguido localizar y trasladar a alojamientos a unas 500 personas que se encontraban aisladas.