Inmaculada Cendón, la mujer asesinada en Vigo presuntamente por su hijo, presentaba al menos dos puñaladas. El cuerpo, al que esta mañana se realizó la autopsia, carecía de heridas defensivas, por lo que los investigadores sospechan que pudo ser atacada de forma repentina. Además, la casa no estaba revuelta, lo que indicaría que no hubo forcejeo.

Inmaculada, de 57 años y empleada de Citroën, recibió al menos dos puñalas mortales con un cuchillo jamonero, una en el abdomen y otra en el cuello.

Su hijo, el presunto autor del asesinato, carece de antecedentes policiales, pero - según fuentes cercanas al caso- consta que la madre lo denunció por malos tratos cuando tenía 17 años.

R.M.C, de 27 años, permanece ingresado en el hospital Álvaro Cunqueiro, donde será sometido a un análisis psiquiátrico. Según relata una vecina, el joven le confesó ayer noche el brutal crimen exclamando: "Acabo de matar al demonio". Fue otra residente en la zona quien llamó a la Policía alertada por los gritos.

"Era la historia de una muerte anunciada", afirma una vecina de la zona. El hijo mayor de la víctima había tenido una orden de alejamiento de la mujer.