El Instituto de Medicina Legal está analizando los muñones del cadáver de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem para determinar si su presunto asesino, Miguel Ángel M.B., le cortó las manos, los únicos miembros del cuerpo que no han aparecido, o si fueron arrancadas por alimañas.

Para la investigación, es fundamental saber si el autor de la muerte le cortó las manos de forma premeditada y las escondió, ya que si en ellas se encontraran restos de piel del asesino u otros signos que denotaran que hubo pelea, sería un indicio de que el detenido golpeó a la víctima con premeditación, lo que agravaría la consideración del delito, es decir, se trataría de un asesinato.

Por el contrario, si no hubiera restos, cobraría fuerza la hipótesis de que el hombre y la mujer hubieran peleado y podría traducirse en una acusación por homicidio.