Manuel Ángel Rivas Muiños, vecino de Ponte Caldelas de 39 años de edad, murió ayer en la puerta de su domicilio apuñalado supuestamente por el exnovio de su mujer, quien posteriormente confesó los hechos a la Guardia Civil. El presunto agresor, Marcos Vidal González, esperó a la víctima en el rellano de la escalera de su piso de la calle México de esta villa poco antes de la nueve de la mañana de ayer. Una vez que Manuel Rivas salió de la vivienda, se topó con la expareja de su esposa, que "lo cosió a puñaladas", según relataron los agentes de la Guardia Civil al alcalde del municipio, Andrés Díaz.

Tras cometer el crimen, el supuesto autor se fue caminando hacia la cercana playa fluvial de A Calzada, tras pedir una ambulancia para la víctima y telefonear a la Guardia Civil para confesarse autor de los hechos. Sobre las diez y media de la mañana fue detenido en este paseo fluvial, sin oponer ningún tipo de resistencia, según explicaron los testigos presenciales.

Al domicilio de la víctima acudieron dos ambulancias. En una de ellas fue evacuada la mujer del fallecido, Sandra Martínez Araujo, afectada por el shock traumático que acababa de sufrir. Fue trasladada a un centro sanitario y los vecinos del inmueble creyeron que también había sufrido la agresión del atacante, si bien otros testigos aseguraron que solo estaba manchada con la sangre de su marido y que estaba siendo asistida por un ataque de ansiedad.

Los padres del fallecido residen en una vivienda situada a unos 50 metros del piso en el que se produjo el crimen. Fue el propio alcalde de Ponte Caldelas quien dio la trágica noticia al progenitor, que cortaba la hierba de su finca mientras en el piso de su hijo ya se estaba investigando el crimen.

La víctima y el supuesto asesino tienen sendos negocios en Arcade (Soutomaior), situados a escasos metros. El fallecido regentaba una tienda de embutidos y el agresor confeso una peluquería. Según fuentes oficiales, el matrimonio se había separado hace algo más de un año. En ese momento la mujer inició una nueva relación, con Marcos Vidal González, que terminó cuando el matrimonio decidió darse una nueva oportunidad y recuperar la vida en pareja.

Estos indicios llevan a los investigadores a barajar los celos como la causa más probable del crimen. De hecho, la madre del fallecido explicó al alcalde que su hijo se sentía amenazado por la expareja de su mujer y que incluso sospechaba que había sido él quien le pinchó recientemente las ruedas de su coche.

Los padres de Manuel Ángel Rivas viven justo enfrente al cuartel de la Guardia Civil de Ponte Caldelas, donde el supuesto homicida permaneció detenido hasta pasadas las cinco de la tarde, momento en el que fue trasladado a la Comandancia de Pontevedra, ya que la casa cuartel de la villa no dispone de calabozos. Allí permanecerá hasta ser puesto a disposición judicial en las próximas horas.

La madre del fallecido explicó al alcalde de Ponte Caldelas que el detenido hacía frecuentes visitas a la pareja y que su hijo se sentía amenazado. El regidor, Andrés Díaz, desconoce si había denuncias por ello. Tras el crimen, la madre de la víctima mortal y el presunto asesino tuvieron que ser atendidos por el mismo médico. La mujer por el estado de ansiedad y nerviosismo que le produjo la noticia y el supuesto homicida por un ataque de asma. De hecho la secuencia de hechos se sucedieron en Ponte Caldelas en un radio de cien metros.

"Si lo hizo, que lo pague"

A las puertas de su casa y tras conocer el trágico suceso que acaba de protagonizar supuestamente su sobrino, María Vidal se sentía abatida por una situación que apenas podía asimilar. "¿Cómo pudo hacer eso? Él siempre fue una persona muy cariñosa y muy querido por todos. ¿Qué le puede pasar por la cabeza a una persona para llegar a algo así? Si lo hizo, que lo pague", aseguraba entre sollozos la mujer, que educó a Marcos Vidal como si fuese su propia madre.