Una pareja de credo musulmán fue condenada ayer a cadena perpetua por el tribunal superior de justicia de la localidad de Darmstadt, al oeste de Alemania. El matrimonio, que responde a los nombres de Asadullah (51 años) y Shakia (41), decidió estrangular a su hija Lareeb, de 19 años, cuando la joven -que tenía novio- fue sorprendida robando preservativos.

Asadullah Khan y su esposa vistieron luego a su hija con sus ropas y la transportaron en una silla de ruedas desde su apartamento hasta el vehículo familiar y condujeron hacia su casa.

Khan, de 51 años, confesó el pasado mes de septiembre entre llantos el crimen porque, dijo, ella había traído "el deshonor a la familia" con el amor a un hombre que ellos no aceptaron. El padre reconoció que habían concertado un matrimonio forzoso de su hija con otro hombre, como habían hecho él y su esposa años atrás.

Shazia dijo que su hija había pasado varias noches fuera de casa y que había dejado de usar el pañuelo en la cabeza, y agregó que la familia había recibido una carta de la policía informándoles de que Lareeb había sido capturada tratando de robar preservativos, lo que demostraba que Lareeb todavía "no había mantenido relaciones sexuales".