Penas que suman 16 años y medio de prisión. Esta es la condena que solicita la Fiscalía de Vigo para Emilia M.F., la mujer que en 2011 secuestró a punta de cuchillo a su hijo, de año y medio de edad, en un centro de menores de Aldeas Infantiles en Redondela mientras su pareja retenía cinco horas a dos cuidadoras para facilitar su fuga con el pequeño en el vehículo de una de las víctimas.

La acusada logró eludir durante cuatro años a las fuerzas de seguridad, hasta que en julio de 2014 cayó en un control rutinario en Palencia con su hermano. Ahora llega a juicio sin entregar al niño, que sigue en paradero desconocido posiblemente con su familia. Su pareja, Bruno P.T., que la ayudó pese a no ser el padre del menor, fue apresado en el recinto de acogida donde mantenía retenidas a las cuidadoras a las que liberaron varias unidades policiales de los GOES que asaltaron el chalé, y ya fue juzgado y condenado en 2012 a 9 años y medio de prisión por estos hechos.

El juicio contra la madre del niño raptado se celebrará el próximo lunes en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo y la mujer se enfrenta a penas más elevadas que las de su compañero porque se le imputan tres delitos distintos. El Ministerio Público solicita una condena de 4 años de prisión y diez años de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad por un delito de sustracción de menores; otros 7 años y medio de prisión por dos delitos de detención ilegal y 5 años por un delito de robo con intimidación con instrumento peligroso en casa habitada, ya que además del vehículo de una de las cuidadoras, les sustrajo los bolsos y retiró dinero en un cajero bancario con la tarjeta de una de ellas. Emilia tiene condenas anteriores por robo, por lo que es reincidente.

El fiscal sostiene que Emilia, de común acuerdo con Bruno, desarrolló un plan y secuestró a su hijo el 22 de enero de 2011. La Xunta le había retirado la tutela del pequeño, al igual que de otro hijo mayor, y ambos acudieron al centro de Aldeas Infantiles de Ventosela (Redondela) para raptar al menor. Tenían hora de visita y Bruno, según lo acordado, puso un cuchillo al cuello a una de las cuidadoras. Ambos, según el escrito de acusación, le exigieron que les entregara el niño o la mataban pues nada tenían que perder, forzándola a llevarles a la vivienda en la que se encontraba el niño con otra cuidadora. Mientras su compañero las amedrentaba con el cuchillo, ella exigió la entrega del pequeño y las llaves de sus coches bajo amenazas de muerte, obteniendo sus bolsos y teléfonos. Mientras su novio las retenía para facilitar la fuga de madre y niño, Emilia le llamó, exigió en Pin de una tarjeta y retiró 300 euros. Las dos cuidadoras sufren todavía secuelas y permanecieron de baja 160 días por estrés postraumático. De ahí los 20.000 euros de indemnización que pide también el fiscal.