Un hombre acusado de incendiar la casa de expareja, en diciembre de 2014 en Dumbría, ha reconocido los hechos y ha argumentado que lo hizo porque no le sentó "bien" que ella le dejara tras dos meses de relación.

En la primera sesión del juicio, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, el hombre ha admitido que era culpable de los hechos que se le imputan. "Asumí el riesgo", ha dicho tras reconocer que arrojó a la casa una botella rociada "con litro y medio de gasolina".

No obstante, ha recalcado que en esos momentos "estaba mal". "No me sentó bien que me dejara y quería hablar con ella", ha señalado el acusado Ramón V.R., quien ha señalado que eso le llevó a consumir alcohol y hachís.

Con todo, ha insistido en que "no le quería hacer daño". Mientras, ha negado que hubiese intentado sacarla de la carretera en la noche del 6 de diciembre de 2014 o que hubiese golpeado su coche. Por el contrario, su expareja ha asegurado que el procesado la echó "fuera de la carretera".

Intimidación con pistola de juguete

También ha explicado, como recoge el Ministerio Público en su calificación fiscal, que dos hombres con pasamontañas bajaron después del coche y la intimidaron con una pistola, que finalmente resultó ser de juguete, según Fiscalía.

Sobre el incendio en su vivienda, ha dicho que, al escuchar ruidos, se despertó y se dirigió a la ventana, desde donde vio al acusado. También ha indicado que en la casa residían sus padres y sus abuelos y que temieron por su vida debido al incendio.

"Era imposible salir por la puerta principal", ha indicado al explicar que, finalmente, tuvieron que hacerlo por el sótano. Además, ha afirmado que, desde estos hechos, tiene "miedo". "No he vuelto a dormir una noche entera".

En la primera sesión del juicio, han declarado los padres de la mujer, que han ratificado que el acusado le mandaba mensajes constantemente tras la ruptura, y dos agentes de la Guardia Civil, que confirmaron que el fuego afectó a parte de la entrada de la vivienda.

Peticiones de condena

El juicio proseguirá este jueves con la declaración de los peritos. En su calificación, la Fiscalía pide 15 años de prisión para el procesado, en concreto 12 años por un delito de incendio y otros tres por coacciones graves sobre la mujer.

Por su parte, la acusación particular eleva la petición por un delito de incendio a 14 años de prisión. También reclama 8.000 euros por daño moral y que haya una orden de alejamiento de la víctima durante diez años.