La desesperación llevó a un hombre de 80 años de Hondarribia (País Vasco) a poner una bomba en un edificio de viviendas. Las consecuencias de este acto irreflexivo pudieron ser muy graves, al poder morir personas inocentes, y también lo han sido para él: la Audiencia Provincial acaba de condenarle a 17 años de cárcel por unos hechos que ocurrieron en 2012 y 2013.

Este hombre recurrió a la venganza al igual que Ricardo Darín en su papel de Ingeniero Bombita en la memorable película Relatos Salvajes, tenía 78 años cuando el 17 de octubre de 2012 causó una explosión en la vivienda de su propiedad, en el primer piso de un edificio, mediante la utilización de un bidón de gasolina, además de provocar un incendio en un bajo de otro edificio colindante, también suyo, "enfadado" con la inmobiliaria que promovió y construyó el edificio, a la que demandó en dos ocasiones, perdiendo los dos pleitos, al estar descontento de cómo se había hecho la construcción.

La Audiencia de Gipuzkoa considera probado que este hombre causó la explosión sabiendo que en el edificio había otras viviendas habitadas. La explosión le causó quemaduras de primer y segundo grado al ahora condenado y tuvo que se trasladado a un hospital. También se produjeron graves daños en la fachada del inmueble, cuyos escombros cayeron a la vía pública, lo que según la sentencia "constituyó un evidente riesgo para la vida e integridad física de los viandantes que en ese momento pudieran haber transitado por la calle".

El acusado permaneció en prisión un año, hasta el 1 de octubre de 2013, fecha en que se decretó su libertad provisional, con prohibición de entrada en Hondarribia, pero veinte días después acudió a la localidad con intención de hacer explotar el Ayuntamiento, para lo que se hizo con una bombona de butano, cinco litros de combustible y dos garrafas de cinco litros con gasolina, además de un trozo de manguera y una caña de bambú. No logró consumar su objetivo porque fue visto por unos testigos y huyó del lugar en su coche.

Los magistrados, en una sentencia de 72 páginas, le encuentran culpable de un delito consumado de incendio, penado con 13 años de cárcel y seis meses de prisión más una inhabilitación absoluta y la obligación de pagar varias indemnizaciones (más intereses): 45.475 euros a la aseguradora Mapfre; 14.636 euros a la aseguradora Biharko; 7.334 euros a la mutua Mutuavenir; 426 euros a Seguros Real; 2.000 euros a cada propietario del edificio de la calle Ubilla donde fue la explosión; más 5.000 euros a más de una decena de inquilinos. Por el delito de estragos en grado de tentativa le imponen tres años de cárcel y seis meses de prisión más inhabilitación especial para ejercer el derecho a sufragio pasivo; y por un delito consumado de quebrantamiento de condena le imponen una multa de 2.190 euros.