La Policía Nacional busca a un hombre que ayer por la mañana, a cara descubierta y pistola en mano, intimidó a los empleados de una sucursal del Banco de Santander en Vigo y se llevó un botín de entre 6.000 y 6.500 euros. Con el dinero en su poder abandonó la entidad y se desconoce si contaba con algún compinche en el exterior o hacia donde huyó.

La descripción del asaltante facilitada por los testigos coincide con la del ladrón que hace algo más de un mes atracó con un cuchillo de grandes dimensiones una oficina de Abanca en la Travesía de Vigo, también sin heridos, y se llevó 2.500 euros. Se trata de un hombre de unos 50 años de edad, muy desaliñado y extremadamente delgado. Las cámaras de seguridad de la entidad bancaria consiguieron grabarle ayer con precisión y ya habría sido identificado como uno de los atracadores históricos de Vigo al que tratan de localizar los agentes.

El atraco tuvo lugar a primeras horas de la mañana. No ha trascendido si el ladrón armado esperó a alguno de los trabajadores en el exterior o si se encontró abierta la puerta, pero la alerta por el robo saltó en la central de alarmas de la entidad bancaria sobre las 8.38 horas, momento en el que los empleados estaban ya en el interior de la sucursal pero no todavía habrían abierto al público.

Tras hacerse con el botín, el hombre salió de la entidad sin que nadie viera en qué dirección lo hacía. El modus operandi es similar al que sufrió una sucursal de Abanca de Vigo el pasado 19 de noviembre, si bien el atracador usó entonces un cuchillo para intimidar a los trabajadores y hacerse con 2.500 euros.

Las dos oficinas bancarias atracadas en apenas mes y medio se encuentran en la misma zona. La investigación apunta que el ladrón conoce bien las inmediaciones y pudo escabullirse por cualquier de las callejuelas próximas. Y es que los primeros coches patrulla apenas tardaron en llegar unos minutos desde que fueron alertados, pero cuando llegaron no había rastro del atracador.