El menor de 7 años hallado muerto el pasado día 5 en un piso de Girona, pero que había fallecido hacía más de un mes, no murió a manos de otra persona, según los primeros datos de la autopsia practicada ayer.

Forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) han practicado la autopsia del pequeño y, a la espera de tener los resultados de los análisis, todo apunta que el pequeño no tuvo una muerte violenta.

Por el momento, y debido también al avanzado estado de descomposición del cuerpo, todavía se desconoce la causa exacta de la muerte.

Por otra parte, se ha sabido que los Mossos d'Esquadra ya habían acudido el día de Nochevieja al dúplex donde residía la familia del menor, de nacionalidad estadounidense.

La visita de la policía obedecía a que algún conocido de la familia se puso en contacto con el consulado americano para comunicar su preocupación porque desde hacía varias semanas no sabían nada de ellos.

Al parecer, los mossos consiguieron hablar con el padre, quien les dijo que todo estaba correcto.