Los diez procesados, la mayoría en prisión provisional, declararon ayer si bien se negaron a contestar al fiscal. No fue el caso de Julio Prieto -en libertad bajo fianza de 12.000 euros- que responsabilizó de todo a su socio y testigo protegido. "Estuve en el chalé de La Finca y no vi que nadie le agrediese, le pusiese una pistola en la cabeza o le amenazase de muerte a él ni a su familia. Lo cierto es que él si es un estafador. Después de la reunión en el chalé nos vimos los dos, no tenía heridas ni estaba mal, pero yo le dije que deshacíamos la sociedad", insistió el exfutbolista.

Un estrategia similar a la que siguieron los demás procesados. El testigo protegido, es para los acusados, el responsable de todo y el agente encubierto, según la estrategia de defensa, les indujo al tráfico de cocaína. La vista continuará el día 25 con la declaración de ambos.