Alicia, la niña de 17 meses a la que un hombre, D.G., arrojó por la ventana en un céntrico edificio de Vitoria, falleció ayer en la UVI pediátrica del Hospital de Cruces, en Vizcaya, a la que fue trasladada ante el gravísimo traumatismo craneoencefálico sufrido al golpearse contra el pavimento.

Ayer se conoció que la brutal agresión se produjo después de que el hombre fuese sorprendido por la madre de la pequeña, una brasileña de 18 años, abusando sexualmente de la menor. Se produjo entonces una fortísima trifulca entre la madre y el hombre, quien tiró a la niña por la ventana y clavó un cristal en el cuello a la progenitora. Era la primera vez que se veían. Habían decidido subir a la habitación que la brasileña tenía alquilada para mantener relaciones sexuales. Cuando la mujer se despertó, vio que no estaban ni el hombre ni la pequeña, y fue cuando lo sorprendió tocando a su hija.

Los últimos momentos de la niña en el Hospital de Cruces los vivió junto a su madre. D.G. el autor de esta salvaje agresión, que está siendo examinado para determinar si sufre alguna enfermedad mental, es un profesor del conservatorio de Vitoria, al que había llegado hace poco tiempo procedente de Sevilla. Al parecer reconoció inicialmente que había abusado de la niña, pero posteriormente se ha negado a declarar de nuevo ante la Ertzaintza.

Según fuentes policiales, el presunto agresor, D.G., impartía desde hace tiempo clases en conservatorios de Vitoria como profesor sustituto. El agresor está actualmente detenido en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Santiago de Vitoria.

La repulsa por los hechos provocó que ayer, antes del fallecimiento de la pequeña, más de un millar de personas se concentraran en Vitoria en medio de una gran consternación por el suceso. Tras el silencio mantenido el lunes por casi todas las instituciones y partidos vascos ante la falta de datos sobre este sobrecogedor suceso, ayer surgieron las muestras de rechazo.