"¡Julio, Julio, esto no me lo hagas, esto no me lo hagas!". Con estas voces se despertó en la madrugada del martes un vecino de Avilés. Lo que no podía imaginar este asturiano es que un piso más arriba residía la octava mujer asesinada en España en lo que va de año por la violencia machista. Ascensión A. P. murió por los golpes que le propinó supuestamente su marido, el pastelero Julio P. C., con una llave inglesa en la cabeza y luego intentó suicidarse, si bien fue rescatado con vida y se encuentra actualmente ingresado en el hospital.

Los familiares de la víctima llamaron ayer a la Policía al ver que el negocio que regentaba el matrimonio estaba cerrado al público. En el interior del domicilio los agentes se encontraron una escena dantesca: la mujer muerta a golpes habría fallecido unas veinte horas antes y su marido estaba a su lado -visiblemente aturdido y supuestamente bajo los efectos de pastillas y alcohol- y fue detenido, si bien como estaba herido se le trasladó al hospital San Agustín. El cadáver de la víctima, que recibió una paliza con un objeto contundente, fue trasladado a Oviedo para practicarle la autopsia.

El matrimonio formado por Ascensión, de 46 años, y Julio, de 45, no tenía hijos y es muy conocido en la localidad pues regenta una conocida pastelería, lo que ha generado una gran consternación en el vecindario.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha confirmado que la muerte de la mujer es un nuevo caso de violencia machista y que no existían denuncias previas contra el marido. En lo que va de año ya son ocho las mujeres que han fallecido a manos de sus parejas o excompañeros sentimentales.