El esclarecimiento de la muerte de Rosa R.R., de 57 años, y de su pareja Pedro P.P. en extrañas circunstancias en el domicilio de ella en la localidad coruñesa de Porto do Son sigue pendiente de la autopsia de ambos que se practicaba ayer en Santiago, si bien las primeras hipótesis apuntan a un posible caso de violencia machista. La mujer apareció en el jardín posterior de la vivienda, y se sospecha que se precipitó desde una ventana de la planta alta que se encontraba abierta, mientras que el hombre fue hallado muerto dentro de la vivienda, en el baño, posiblemente de una sobredosis de medicamentos.

Ante esta situación, que apunta que Pedro pudo quitarse voluntariamente la vida, la autopsia del cuerpo de Rosa es clave para determinar lo ocurrido, si estuvo retenida en la habitación, si fue golpeada antes de morir e incluso si se cayó o la empujaron pro la ventana.

A la espera de las conclusiones de la autopsia, agentes de la Guardia Civil proseguían ayer la recogida de pruebas y vestigios en el exterior y el interior de la vivienda de la parroquia de Santa Mariña de Xuño para intentar reconstruir los hechos y determinar si se trató de un nuevo caso de violencia machista. En concreto y dado que las muertes habrían tenido lugar al menos dos días antes de la localización de los cuerpos, tratan de discernir cómo se desarrollaron los hechos. El Delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, pidió paciencia ayer en Redondela a la espera de lo que determinen las autopsias.