El piloto de un vuelo de Ryanair que cubría la ruta Londres-Bratislava tuvo que aterrizar en Berlín-Schönefeld para echar del aparato a seis participantes de una despedida de soltero, incluido el novio, ante su estado de embriaguez. El grupo de doce ciudadanos británicos, de entre 25 y 28 años, se dirigía a celebrar una despedida de soltero en la capital eslovaca, pero durante el vuelo se levantaban una y otra vez, armaron un tumulto constante e incluso uno de los hombres al parecer se desnudó. Cuando la tripulación rechazó servirles más bebidas alcohólicas, los jóvenes respondieron de forma agresiva.