Uno de los auxiliares de Kontrol 34, empresa contratada por Miguel Ángel Flores para la fiesta del Madrid Arena, declaró ayer en el juicio que no avisó de la avalancha que se produjo en uno de los vomitorios al pensar que no era "nada serio", pese a que reconocido que ayudó a sacar a gente. "Estaba casi despejado. Había niños en el suelo", manifestó en el juicio por la tragedia en la que murieron cinco jóvenes.

Kontrol 34 ofreció a la organizadora de la fiesta personal para controlar las filas del público en la entrada, pero las acusaciones sospechan que realizaron funciones de seguridad en el interior del recinto.