La Audiencia de Pontevedra condenó a José Luis Cortiñas Romero a 20 años de prisión por el asesinato de su esposa, Lupe Jiménez, vecina de Vilaboa, ocurrido en febrero de 2014, cuando la mujer se encontraba embarazada. La sala lo condena por un asesinato alevoso en concurso ideal con un delito de aborto, concurriendo la agravante de parentesco y la atenuante de confesión.

En la sentencia, la Audiencia le impone la pena máxima de prisión, tal y como pedían tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejercitan los hijos de la víctima. Asimismo, no podrá acercarse ni comunicarse con sus hijos durante 21 años. E condenado deberá indemnizar a los hijos menores de la pareja en el momento de su asesinato con 60.000 euros y con 30.000 euros a los mayores. También tendrá que pagar, en concepto de indemnización por daño moral, 6.000 euros a cada una de las hermanas de Lupe Jiménez.

El jurado declaró a José Luis Cortiñas culpable del delito de asesinato de su mujer, Lupe Jiménez, cuando el hombre acudió a Vilaboa, donde la mujer estaba residiendo con su madre, y la obligó a acompañarlo de vuelta al domicilio familiar de Lugo. De acuerdo con el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado, la sentencia declara probado que el 24 de febrero de 2014, el acusado viajaba en el vehículo acompañado de Lupe Jiménez y en lugar no determinado, y con el propósito de acabar con su vida, le golpeó repetidamente en la cabeza y le asestó tres puñaladas en el cuello, una en la muñeca y doce en la región anterior del tórax, produciéndose la muerte inmediata.

El ataque a la víctima fue sorpresivo e inesperado, hasta el punto que no pudo ni tuvo oportunidad de defenderse. Lupe Jiménez estaba casada con el acusado desde hacia más de 24 años y tenían seis hijos, y en el momento de los hechos, se encontraba en la quinta semana de gestación, circunstancia conocida por Cortiñas.

La Federación Nacional de Organizaciones de la Sociedad Gitana Española mostró ayer su satisfacción por una "sentencia ejemplar" contra el acusado del asesinato de Lupe Jiménez, y porque no podrá acercarse a ningún miembro de la familia de la víctima durante 21 años.

Señaló que toda la sociedad española y particularmente toda la gitana está "contenta" por esta resolución judicial y, a pesar del "vacío y dolor enorme" por la pérdida de Lupe, está satisfecha por la lucha llevada para convencer a toda la sociedad de que había que "arrimar el hombro para conseguir esta sentencia ejemplar". Agradece este colectivo que el jurado entendiera "con creces" que debía aplicarse la "máxima condena" y así "aprovechando la dureza de la sentencia para mandar un mensaje contundente a toda la sociedad en general".