El crimen machista de María de Fátima Machado, de 52 años, en Verín en septiembre de 2013 sentará este mismo año en el banquillo a su marido Felisberto dos Santos, un hombre de nacionalidad portuguesa y 64 años. La Fiscalía ha formalizado la acusación por asesinato. El ministerio público pide un total de 17 años y 3 meses de prisión, por cuatro delitos, para el autor confeso. El sexagenario asfixió presuntamente a su mujer, tras quebrantar una orden de alejamiento que estaba en vigor por una agresión previa en el domicilio. Tras acabar con la vida de su mujer, Felisberto dos Santos ingirió sulfato -una cantidad insuficiente para morir-, y se entregó a la Guardia Civil.

La primera agresión ocurrió el 12 de agosto de 2013 y en ella María Fátima sufrió un hematoma en el globo ocular izquierdo, del que tardó en curar 12 días no impeditivos. A raíz de la denuncia presentada por la agresión, el Juzgado de Instrucción Número 2 de Verín dictó un auto de alejamiento de fecha 18 de agosto de 2013, prohibiendo al acusado comunicarse con la víctima, así como acercarse a menos de 25 metros de ella. Sin embargo, la perjudicada compareció el 22 de agosto de 2013 en el juzgado para manifestar su renuncia a las acciones que por estos hechos pudieran corresponderle y solicitó que se dejara sin efecto la medida cautelar acordada, la cual no obstante estuvo vigente hasta el auto de fecha 19 diciembre de 2013. Por tanto, la orden judicial seguía vigente cuando tuvo lugar el asesinato. Ocurrió después el 11 de septiembre de 2013. Según sostiene el ministerio público, Felisberto dos Santos presuntamente la arrojó al suelo, se colocó encima de ella, y le taponó los orificios respiratorios con una almohada o un objeto similar, presionando fuertemente su pecho contra el suelo, lo que provocó la asfixia y una parada cardiorrespiratoria. Cuando se entregó, los agentes barajaban la posibilidad de que hubiese sido muerte natural.

Crimen en Becerreá

Por otra parte, el detenido por haber matado a su pareja de un disparo en Becerreá, José Manuel C. N. alias O Chamaco, se acogió ayer a su derecho a no declarar ante la juez que instruye la causa. El arrestado había confesado a unos amigos el crimen.