El Juzgado de Instrucción 3 de Tui confía en conocer en las próximas horas el atestado de la Guardia Civil de Tráfico sobre el trágico suceso ocurrido el pasado sábado, cuando un conductor de 86 años arrolló a un grupo de ciclistas en A Guarda. Un accidente que costó la vida a uno de los deportistas y dejó a otros siete heridos. El anciano ha sido citado a declarar como investigado en el juzgado el próximo jueves. Mientras, el fiscal coordinador de Tráfico en Galicia, Carlos Gil, anunció ayer que médicos del Sergas evaluarán al conductor Manuel A. y comprobarán sus capacidades y reflejos al volante. La medida se enmarca en la investigación abierta por la Fiscalía y adelantada en exclusiva por este diario para determinar en qué condiciones superó el examen psicotécnico y renovó el permiso de conducir el pasado 26 de febrero.

La Guardia Civil enviará el atestado a la Jefatura de Tráfico de Pontevedra y ésta encargará al Servicio Galego de Saude un examen del conductor que renovó el carné en febrero. El objetivo, según matizó Carlos Gil es evaluar si el octogenario pudo sufrir una pérdida de reflejos repentina -en apenas 20 días- o bien si las carencias eran anteriores. El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, apuntó por su parte que al hombre se le podría retirar el carné: "es un caso muy complejo y el juzgado decidirá".

El fiscal de Tráfico indica que se estudiará el expediente que pasó el conductor en el psicotécnico y se comparará con su estado actual: "Si una persona no puede conducir da igual que tenga 46 que 86 años. No se puede consentir que un psicotécnico funcione como una tómbola. Estos centros tienen que hacer bien su trabajo". Gil indica que es el primer siniestro de esta gravedad que se registra en Galicia, pues lo habitual en conductores mayores es que accedan a autovías y autopistas en sentido contrario por despiste.

Niega haberse fugado

Al automovilista se le atribuye un presunto delito de homicidio por imprudencia grave y otro de omisión del deber de socorro, ambos penados con cárcel. En su entorno apuntan, sin embargo, que no hubo omisión de socorro, sino que paró unos 300 metros más adelante muy nervioso, y se dirigió a un bar que conocía para que pidieran ambulancias y alertaran a la Guardia Civil porque había atropellado a una decena de ciclistas:" Es un hombre de casi 88 años que actuó como él sabe para pedir ayuda: acudió al bar más próximo".

Esperó en el bar y cuando llegó un agente de la Policía Local de A Guarda se presentó: "Soy yo". Como ya manifestó el día del suceso a la Guardia Civil, el conductor sostiene que iba adelantando a los ciclistas y que dos o tres se le echaron encima por la izquierda -algo que los deportistas niegan, ya que aseveran que iban en fila de a dos, por el arcén y pegados a la línea- y no pudo evitar el accidente. Tanto él como su familia se encuentran muy afectados y desolados por las familias de los ciclistas.

Los siete deportistas heridos el sábado fueron hospitalizados en Vigo, tres de ellos en el Hospital Povisa y los cuatro más graves en el Cunqueiro. Uno de los heridos leves, Rubén Fernández, de 41 años, fue dado de alta ayer. Se encontraba ingresado en Povisa por una fuerte contusión en la cadera que le produjo un hematoma.

El ciclista encabezaba el pelotón, junto a Javier González, que continúa ingresado en el mismo centro, cuando el vehículo impactó contra los deportistas. González sufre rotura de cúbito y peroné, además de un fuerte golpe en la cabeza que le produjo una pérdida parcial de memoria. El otro de los ciclista menos graves, Miguel Alonso, sigue recuperándose de lesiones en espalda, costillas y piernas.

Los cuatro heridos ingresados en el Álvaro Cunqueiro continúan estables: tres de ellos en estado "muy grave" y uno "grave", según informó el Sergas. Se trata de Jorge Sanmartín que el pasado domingo ya presentó una mejoría al recuperar "parte de la consciencia", como informaron los compañeros del ciclista tras visitarlo. Los tres primeros se encuentran en cuidados intensivos y este último continúa en Reanimación.

El exjugador del Celta y antiguo internacional, Jorge Otero, actual entrenador del Rápido de Bouzas formaba también parte del grupo ciclista víctima del accidente el domingo, pero apenas 5 kilómetros antes de que se produjera el siniestro, que tuvo lugar sobre las 11.00 horas en el lugar de San Xian, abandonó el entrenamiento para llegar a tiempo a un partido en el que jugaba su hijo.