Rencillas entre vecinos únicos degeneraron en el crimen de Martin Verfondern, un holandés afincado en Petín (Ourense) junto a su esposa que, en 2010, fue víctima de un asesinato. "Movidos por un odio derivado de los múltiples conflictos que mantenían con él por la gestión de la comunidad de Montes Cabeza de Vilariño, y tras perder todos los procesos judiciales, decidieron acabar con su vida", explica la Fiscalía sobre el por qué del crimen cometido presuntamente por dos hermanos.

Juan Carlos Rodríguez González, uno de los hijos de la familia rival, confesó a la Guardia Civil que había disparado al holandés, tras reprocharle que condujera "como un loco". Según esa primera hipótesis, su hermano, Julio, le ayudó a esconder su todoterreno y el cadáver. En el escrito de concreción de los hechos, el fiscal los considera a ambos autores de asesinato y no delimita cuál realizó el disparo.