Un posible "error humano" por parte del conductor del autobús que volcó sería la causa del trágico accidente ocurrido en la madrugada de ayer en la provincia de Tarragona en el que fallecieron trece chicas de varias nacionalidades, en su mayoría estudiantes de Erasmus vinculadas a la Universidad de Barcelona y otras 43 personales resultaron heridas, según la Generalitat.

El siniestro tuvo lugar minutos antes de las seis de la madrugada en la AP-7 en Freginals y al parecer se produjo cuando el chófer dio un fuerte "volantazo" porque se salía por el lado derecho de la calzada donde rozó la protección del arcén. El vehículo entonces se desplazó al lado contrario atravesó la mediana y volcó colisionando con otro vehículo, cuyos dos ocupantes resultaron ilesos.

De los 57 ocupantes del autobús un total de 13 fallecieron, 16 resultaron ilesos y 34 permanecen hospitalizados de diversa gravedad, aunque a lo largo de la tarde algunos fueron dados de alta. Según los últimos datos ofrecidos por los consellers de Interior, Jordi Jané, y de Salud, Toni Comín, al cierre de esta edición seguían hospitalizadas 23 personas.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ahondó en la misma causa del trágico accidente, al señalar que la principal hipótesis es "una causa humana indeterminada, pero más humana que técnica".

El conductor del autobús siniestrado no resultó herido y fue trasladado a la comisaría de Tortosa, donde precisó asistencia psicológica. A últimas horas de la tarde pudo prestar declaración policial y probablemente hoy lo hará ante el juez en calidad de investigado por 13 homicidios imprudentes.

Identificación de los cuerpos

Las víctimas regresaban de pasar un fin de semana en las Fallas de Valencia, en una actividad programada para estudiantes erasmus. Su autocar, de la empresa Autocares Alejandro, de Mollet del Vallès, formaba parte de una expedición de otros cuatro autobuses. En la identificación de las jóvenes fallecidas participan 17 forenses y se está contactando con las familias para iniciar el procedimiento de repatriación.

Estudiantes que resultaron ilesos o bien que ya fueron dados de alta de los hospitales ayudarán de forma voluntaria en la identificación de las víctimas mortales. Y es que muchos de los estudiantes habían cambiado sus sitios en el autobús en el viaje de regreso a Barcelona.

El rey Felipe VI llamó al presidente catalán, Carles Puigdemont, para expresar sus condolencias por el accidente y para ofrecer el apoyo de la Casa Real en las gestiones que sean necesarias, y Puigdemont ha decretado dos días de luto por el siniestro. También el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y los líderes de los distintos partidos políticos, hicieron públicas sus condolencias.

La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat informó de que en el autobús viajaban estudiantes procedentes de un total de veintidós países: Hungría, Alemania, Suecia, Noruega, Suiza, República Checa, Reino Unido, Italia, Perú, Bulgaria, Polonia, Irlanda, Japón, Ucrania, Holanda, Bélgica, Francia, Palestina, Turquía, Grecia, Nueva Zelanda y Finlandia.