El conductor del autobús del accidente de Freginals (Tarragona) en el que fallecieron 13 estudiantes universitarias de Erasmus pudo haberse quedado dormido al volante. El chófer, de 62 años, al que los Mossos d'Esquadra atribuyen trece delitos de homicidio imprudente, permanece hospitalizado en la UCI, donde se recupera de una contusión pulmonar, motivo por el cual su comparecencia ente la juez en calidad de investigado -estaba citado para ayer por la mañana- se pospuso hasta que su estado médico lo permita. Y mientras, las familias de la mayoría de las víctimas del siniestro llegaron a España. A falta de confirmación oficial, para lo que falta cotejar los datos de ADN o huellas dactilares con las primeras identificaciones oculares, siete de las fallecidas son de nacionalidad italiana, dos alemanas, una rumana, una francesa, una austríaca y una uzbeca (también con nacionalidad austríaca). Tenían entre 19 y 25 años. Un total de 23 heridos siguen hospitalizados, seis de ellos en estado grave y otro crítico.

Un día después de la tragedia, las señales de duelo por la muerte de estas estudiantes se han multiplicado en sus países de origen y por toda España, especialmente en Cataluña, a donde ayer viajó el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, para visitar a los familiares de las fallecidas, ya que siete de ellas son italianas. Los familiares de ocho de las trece muertas ya están en Tortosa (Tarragona), donde se instaló el tanatorio y adonde en las próximas horas está previsto que lleguen los allegados de otras tres fallecidas, para colaborar en la identificación oficial de los cadáveres, paso previo a su repatriación. A medida que van llegando a Tortosa, Mossos y forenses acompañan a los familiares para el reconocimiento de los cadáveres y recogen todos los datos que puedan contribuir a la identificación científica de las víctimas, como muestras de ADN de cepillos de dientes, radiografías de los dientes o huellas dactilares.

El padre de una de las jóvenes italianas muertas criticó ayer que el autocar regresara de Valencia a Barcelona de madrugada: "Era demasiado tarde para conducir, con gente joven que había venido a este país a disfrutar y a estudiar, y al final ha muerto". "La envié a España tranquilo y ahora ha muerto", señaló el progenitor de Serena, de 22 años, natural de Turín y estudiante de cuarto de Farmacia.

Por su parte, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se desplazó a Tortosa, donde visitó a los familiares de las víctimas, fue a varios hospitales a interesarse por el estado de los heridos italianos y conversó con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que le recibió en el aeropuerto de Reus (Tarragona), junto a la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna.

Los Mossos d'Esquadra siguen investigando las causas del siniestro, entre las que por el momento se ha descartado el mal estado de la carretera, por lo que todo apunta, según el conseller de Interior, Jordi Jané, a un error humano o a un fallo mecánico. "Se deberá ver si hubo negligencia o no y saber qué grado de negligencia", aseguró el conseller. Una de las hipótesis es que el chófer se hubiese dormido al volante.

A la espera de que el conductor, de 62 años, pueda declarar ante la juez, ya que se recupera en la UCI con contusión pulmonar, los Mossos d'Esquadra le atribuyen un total de 13 delitos de homicidio imprudente, uno por cada víctima mortal. La magistrada ya ha tomado declaración a 24 pasajeros del autobús. Según la compañía propietaria del autobús, Autocares Alejandro, el conductor, con treinta años de experiencia y 17 de ellos en esta empresa, había descansado antes del viaje, lo que se acredita con datos del tacógrafo. El conductor se negó a declarar ayer ante los Mossos, en una comparecencia antes de ingresar en el hospital.

"Nunca creí que saliera con vida de aquel lugar viendo cómo estaban el resto de mis compañeros", escribió ayer en el libro de condolencias A.G., uno de los alumnos que viajaba en el autocar, y que participó en un acto de homenaje a las víctimas.

La Erasmus Student Network (ESN) había organizado el viaje de los estudiantes de Erasmus de Barcelona a Valencia para disfrutar de la mascletà y ver las fallas. El siniestro ocurrió en el viaje de vuelta.