La Guardia Civil detuvo ayer a veinte personas como presuntas integrantes de una red que introducía en España importantes cantidades de droga desde Marruecos a través de helicópteros pilotados por un preso que aprovechaba los permisos. La operación Griva se desarrolló en Guipúzcoa, Madrid, Málaga, Sevilla y Cádiz. Los detenidos son españoles, marroquíes, rumanos y ecuatorianos. En estos registros se han intervenido dos helicópteros, quince vehículos (entre ellos un camión trailer), 1.500 kilos de hachís, una plantación de marihuana con mil plantas, 220.000 euros en metálico, máquinas de contado de dinero y material informático y de navegación aérea. La operación se inició tras tener conocimiento la Guardia Civil de que la red tenían planificado introducir en España una partida de hachís.