La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo ha abierto diligencias por delito de intento de asesinato en el caso del ciudadano portugués de 56 años, un millonario ingeniero afincado en Oporto, que supuestamente agredió a martillazos a su esposa, una joven también lusa de 25, en la habitación de un céntrico hotel vigués. Aunque la investigación está en ciernes, y de hecho aún no se pudo tomar declaración al hombre ya que sigue hospitalizado por el infarto que sufrió tras el violento episodio, el atestado aportado por la Policía Nacional y el interrogatorio judicial a la víctima hecho ayer han derivado al menos inicialmente en esta calificación al estimarse que hubo premeditación y alevosía: la mujer declaró que su esposo la atacó por sorpresa y por la espalda mientras ella se echaba crema corporal en el baño. El arma con la que supuestamente la golpeó varias veces en la cabeza es una maza de cantero, que los investigadores presuponen que el hombre habría llevado expresamente al hotel ya que se comprobó que no pertenecía al establecimiento y la mujer tampoco la había visto nunca. Los agentes también se incautaron de cinta de embalar.

La causa se tramita como sumario, procedimiento reservado para delitos graves penados con más de 9 años de prisión. Los hechos ocurrieron este lunes en el Hotel NH Palacio de Vigo, ubicado en García Barbón. Ambos miembros del matrimonio fueron trasladados en ambulancias al Hospital Álvaro Cunqueiro: ella por los golpes recibidos -ya fue examinada por los forenses y presenta cuatro grandes cortes en la cabeza, otro en el tobillo y contusiones- y él, que padecía una afección cardíaca previa, porque sufrió lo que aparentemente fue un infarto, lo que obligó a su ingreso en la UCI. Dado que sigue hospitalizado -con custodia policial por su condición de detenido-, la juez ha prorrogado su arresto. Una vez su salud mejore se le interrogará para escuchar su versión y a continuación decidir tanto sobre su situación personal -es probable que se decrete prisión provisional- como sobre la medida cautelar de alejamiento y prohibición de comunicación que la víctima ya pidió. Aunque la comisión judicial puede ir al hospital a interrogarlo, las fuentes consultadas creen que se esperará a que reciba el alta para realizar esta comparecencia en el juzgado.

Todo ocurría minutos después de las ocho de la mañana del lunes, cuando el matrimonio se acababa de levantar. Habían viajado el día anterior desde Oporto ya que el hombre, según comentó a su mujer cuando le pidió que lo acompañara en el viaje, debía asistir a una reunión de negocios ese lunes en Vigo. La joven declaró que nunca había tenido problemas con su marido y, de hecho, calificó la relación de idílica. Tampoco hubo, aseguró, discusión ni altercado ninguno de forma previa a la agresión.

Varios golpes

Ella relató a la juez que estaba en el baño, echándose crema, cuando él la atacó de forma sorpresiva por la espalda: primero notó un golpe y después vinieron más, todos en la cabeza. Empezó a sangrar mucho y logró zafarse de su marido, dirigiéndose al pasillo de la habitación, donde, describió, ambos se cayeron en el suelo, consiguiendo él ponerse sobre ella y golpeándole, dijo, la cabeza contra el suelo. Finalmente pudo huir de la habitación arrastrándose y en el pasillo fue auxiliada. Al lugar fueron Policía Nacional y 061. El hombre, previsiblemente por la fuerza que habría empleado y la situación de estrés, sufrió una grave afección cardíaca.