Un vecino de la localidad valenciana de Massamagrell de 81 años falleció el pasado sábado en el Hospital Clínico de Valencia apenas veinte horas después de ser atacado por un enjambre de avispas en unos terrenos de su propiedad a las afueras del municipio. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que el octogenario, que presentaba más de mil picaduras, acudió por sus propios medios al ambulatorio en su coche, todavía lleno de varios de estos insectos. Dada la gravedad fue remitido de urgencia al hospital, donde ingresó y murió horas más tarde por un "shock anafiláctico", según aclararon fuentes conocedoras de lo ocurrido.

El ataque de estas avispas se produjo el viernes de la semana pasada al mediodía. Vicente O. P. había salido a regar sus campos como cada mañana, pero se encontró con la muerte de la forma más inesperada posible. Un numeroso enjambre de avispas, "de gran tamaño", según apuntaron fuentes próximas a los hechos, le atacó "sin provocación alguna". "Nos han dicho que se le posó la reina en la cabeza y todas las demás la siguieron comenzando a picarle", explica una conocida del fallecido.

El anciano salió corriendo y trató de refugiarse en su vehículo pero estos insectos voladores le siguieron y se colaron en el coche. Al parecer, durante el agónico trayecto las avispas siguieron picándole, de ahí que presentara más de mil picaduras por todo el cuerpo, según confirmaron fuentes conocedoras del suceso. Nada más llegar, el personal del centro de salud de Massamagrell lo atendió. Incluso entre la ropa todavía llevaba algunos de estos himenópteros, según describieron testigos de lo ocurrido.

Al lugar acudieron agentes de la Policía Local, tras recibir un aviso de un vehículo mal estacionado a las puertas del ambulatorio. Fue entonces cuando les notificaron lo que había pasado. Debido a la gravedad de las picaduras, una ambulancia del SAMU tuvo que trasladar de urgencia al octogenario al Hospital Clínico de Valencia, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos. Cuando los facultativos lo intubaron salieron aún avispas de su boca, lo que indica que incluso podría haber sufrido picaduras internas.

A la mañana siguiente el cuerpo del herido no pudo soportar el gran número de picaduras sufridas y falleció como consecuencia de un shock anafiláctico (reacción alérgica grave), según certificó el médico del hospital. Al ser una muerte natural el cadáver ni siquiera fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se le habría realizado la pertinente autopsia judicial.

Los familiares del fallecido, quienes prefirieron no hacer declaraciones sobre lo ocurrido, celebraron su funeral el domingo. Vicente O. P. descansa desde entonces en el cementerio de Massamagrell.