Las lluvias y los deslaves han dejado un balance trágico en Sri Lanka, especialmente en el municipio de Aranayake, en el centro del país, donde tres aldeas fueron arrasadas por un corrimiento de tierras que ha dejado al menos 134 desaparecidos y 37 muertos en el país.

Las precipitaciones que comenzaron el pasado sábado mantienen a la antigua Ceilán en jaque, con carreteras cortadas, ríos crecidos y el suministro eléctrico interrumpido en varias zonas del país, incluido Colombo. Pero lo peor se lo ha llevado la montañosa provincia central de Sabaragamuva, específicamente Aranayake, donde un corrimiento de tierras se llevó tres aldeas dejando 134 desaparecidos, una cifra que pocos dudan aumentará en las próximas horas.

El jefe de la operación de rescate en la zona, el general Sudantha Ranasinghe, indicó a periodistas que "14 cuerpos han sido recuperados hasta ahora" en esa zona en la que hay empadronados oficialmente 209 habitantes. "Nos despertamos súbitamente por un fuerte ruido alrededor de las 10 de la noche, corrimos y vimos cómo una parte de la casa se la llevaba una montaña de tierra", relató a la televisión local Murugiah Rajendran, que pudo escapar del alud de lodo. Rajendran señaló que pese a que habían sido advertidos del riego, no tenían adonde ir, por lo que se quedaron en la casa.

La incertidumbre por el número de víctimas ha acompañado los trabajos de rescate que desde última hora del martes realizan en la zona los efectivos del Ejército, ya que varias decenas de personas habían sido evacuadas del lugar. "Hemos parado las operaciones por hoy porque ya ha anochecido y la operación ha continuado durante 20 horas", precisó Ranasinghe, al señalar que la búsqueda de víctimas y supervivientes continuará en la hoy. La Cruz Roja de Sri Lanka había indicado ayer por la mañana que temía cientos de personas sepultadas por los deslaves en esos tres pueblos.

Mientras, en el resto del país las lluvias han dejado también afectaciones sobre todo en el centro y norte, como consecuencia de las lluvias asociadas a una depresión situada en la Bahía de Bengala.

El subdirector del Centro de Gestión de Desastres (DMC), Pradeep Kodippili, aseguró que hasta el momento han contabilizado un total de "37 personas muertas" desde el sábado. Además de los muertos en Aranayake, en Bulathkohupitiya, también en la provincia de Sabaragamuva, se recuperaron tres cuerpos y otros 20 fueron reportados en diferentes partes del país.

El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, viajó hasta Aranayake para encontrarse con las víctimas, a las que les prometió el apoyo total del Gobierno "Lo más urgente es buscar a los desaparecidos y dar alimento y cobertura sanitaria a los evacuados", declaró Sirisena.

La imagen de carreteras inundadas y puentes bajo el caudal de los arroyos y ríos se repite en diferentes zonas del país y en Colombo se han registrado incluso cortes de electricidad ante la crecida del río Kelani. El Ejército ha sido desplegado en las áreas afectadas por los corrimientos de tierra, donde continúan las labores de rescate.

En Aranayake, el contingente cuenta con 300 soldados con perros y cuerpos médicos y de ingenieros, así como maquinaria pesada y 281 comandos.