La Guardia Civil ha tomado declaración como sospechoso de la desaparición y posible homicidio del niño Yéremi Vargas a un antiguo residente de la misma localidad donde vive su familia, Vecindario (Gran Canaria), que desde el año pasado está preso por una agresión sexual a otro menor.

Fuentes de la investigación han confirmado que se trata de un hombre de 56 años, al que agentes de la Unidad Central Operativa interrogaron ayer en la cárcel de Algeciras (Cádiz), donde está interno, bajo los cargos de detención ilegal, secuestro y homicidio.

Nueve años después de la desaparición del niño y tras varias líneas de investigación que llevaron a callejones sin salida, al menos dos pistas han conducido hasta este presunto pederasta, identificado como Antonio O.: el Renault 5 blanco que fue visto en la misma zona donde se perdió el rastro de Yéremi y los comentarios que él mismo ha hecho en la cárcel sobre el caso. El recluso contó en la prisión de Algeciras que vio cómo se llevaron al niño grancanario y quiénes lo hicieron. Al parecer, el sospechoso hizo ese tipo de comentarios en más de una ocasión y se ha situado él mismo en el lugar de los hechos el mismo día de la desaparición, el 10 de marzo de 2007. Las pesquisas sobre este caso se desarrollan bajo secreto de sumario, pero la familia del niño ya ha recibido información sobre las nuevas pistas y se teme lo peor, según reconocía ayer a los periodistas su madre, Ithaisa Suárez.