El peor pronóstico se confirmó ayer. El cadáver del músico David Fernández Suárez, de 38 años, vecino de Entenza (Salceda de Caselas) apareció flotando en el río Miño a la altura de Tui poco después de las 16.30 horas.

Finalizan así seis días y 12 horas de intensa búsqueda desde que, en la madrugada del sábado, el músico se separase de sus compañeros, tras, ya su última, actuación con su trombón de varas en la charanga Os Trouserghas, en Lapela-Monçao (Portugal)

Según explicó Marcos Besada, alcalde de Salceda de Caselas, localidad en donde residía el fallecido, el cuerpo fue localizado flotando en el río Miño, cerca del pantalán náutico de Tui. Se supone que salió a la superficie del agua después de un proceso natural en el que fue arrastrado por el fondo.

Una persona que estaba pescando alertó a las autoridades al descubrir un cadáver que flotaba sobre el río y la jefatura de la Comandancia Naval del Miño, que durante estos días coordinó la labor de búsqueda, envió una embarcación para recoger el cuerpo sin vida.

Besada ha señalado que la localización del cadáver de David Fernández, de 38 años, "es una buena noticia, dentro de la fatalidad", habida cuenta de que casi había transcurrido una semana desde la última vez que se tuvo noticias de él. El alcalde agradeció la "intensa" labor de búsqueda ininterrumpida de estos días, en la que ha participado incluso una unidad de drones de la Agencia Emergencias de Galicia.

La búsqueda de David Fernández, conocido como Michiño se inició el propio sábado por sus compañeros y vecinos de la parroquia de Entenza. Ya el domingo se incorporaron buceadores de Galicia y Portugal, país que colaboró activamente, y se cerraron las compuertas del embalse de Frieira. Ni los experimentados buzos del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil, pudieron encontrarlo.

La búsqueda llegó a focalizarse en los denominados pozos, conocidos como los de la Insúa Galega, ubicados cerca de la desembocadura del río Caselas, en Caldelas de Tui, pero el agua estaba muy turbia y la visibilidad era muy poca.

En los últimos días se actuó con unidades caninas, drones, y sobre todo embarcaciones de kayak que peinaron el río.

La hipótesis de que David Fernández pudiese haberse ahogado -nadie le había visto caer al agua- tomó fuerza a partir de las 19.00 horas del domingo cuando los buzos sumergidos en el río Miño, en la zona del margen portugués a la altura de O Sobral (Salvaterra de Miño) y Lapela (Monçao), hallaron el trombón. Ya habían sido encontradas las llaves de su coche y de su casa también sumergidas en el río, así como la boquilla del instrumento en una rampa de acceso desde Lapela al Miño.