La mujer acusada de asfixiar a su bebé en una habitación de hotel de Santiago en agosto del pasado año ha narrado este martes que acabó con la vida de su hija porque "voces" que le hablaban "de forma telepática" le dijeron que "tenía que matarla" para "salvar al universo".

La mujer, diagnosticada de esquizofrenia paranoide y que había tenido un brote anterior, ha contado ante el jurado popular, que desde este martes juzga su caso en la Audiencia Provincial de A Coruña, que el día anterior al crimen había comenzado a "sentirse mal" y a creer en la idea "incoherente" de que su marido quería hacerle "daño".

La pareja, que se encontraba en Santiago para participar en un congreso de la secta Gnóstica, había mantenido varias discusiones por esta cuestión y la propia acusada, Marisol S.M., cogió hasta en dos ocasiones un taxi hasta el aeropuerto de Santiago para "volver a su casa", aunque sin conseguirlo.

El día de los hechos, tras una nueva discusión, la mujer echó a su marido de la habitación y puso maletas en la puerta "para que no pudiese entrar", porque "tenía miedo". Posteriormente, bajó con la pequeña Victoria, de seis meses, al hall del hotel, donde otro niño le metió un dedo en un ojo y ella, en ese momento, pensó que su hija "era mala".

"Ahora me digo ¿Cómo pude pensar esas cosas?, pero entonces pensaba que mi hija era mala y escuchaba voces que me hablaban de forma telepática, que me decían que tenía que matar a mi hija para salvar al universo", ha contado la madre, entre sollozos. Según ha dicho, creía que una nave espacial llegada desde Sirio recogería a la pequeña tras la muerte y evitaría un daño al "universo".

Aunque en un principio no se acordaba de que hubiese sido ella la causante de la muerte, al ser preguntada sobre si puso la mano alrededor del cuello del bebé para asfixiarla, ha reconocido que sí. Posteriormente, la tapó con una toalla y colocó dos piedras a ambos lados. "Yo no quiero hacer daño a la gente, no quería hacerle daño ni a mi marido, ni a mi hija", ha señalado.

Segundo episodio

Marisol S.M. ha reconocido que era la segunda vez que le pasaba un episodio similar, dado que un año antes había estado cinco días vagando por una ciudad alemana, también porque unas "voces" le habían pedido que viajase hasta Suiza.

Durante este primer episodio, la mujer convivió con un indigente que, según ha dicho ante el jurado, la violó, lo que motivó sus "dudas" acerca de quién era el verdadero padre de la niña. "Según mis cálculos, podrían ser ambos", ha dicho la mujer, quien, no obstante, ha asegurado que tanto ella como su marido, con quien se casó estando embarazada, estaban "muy ilusionados" con la pequeña.

Aunque el marido reconoció a la hija como suya, una testigo que ha declarado este martes ha dicho que, tras presenciar una discusión en Santiago entre la pareja, el hombre le contó que su relación era "difícil" porque la niña "no era suya".

Tras el brote sufrido un año antes en Alemania, Marisol S.M. estuvo ingresada durante varios días en un psiquiátrico. Sin embargo, a la hora de darle el alta, la mujer ha contado que no le dijeron que debiese tomar ninguna medicación y que ella pensó que había sido algo "pasajero" y que ya se había "curado".