La Policía Nacional de Vigo ha detenido a un vecino de la ciudad olívica de 54 años por presuntos abusos sexuales a un niño de 12 con el que tenía contacto por la red de mensajería de teléfono móvil WhatsApp, a través de la cual también le habría remitido archivos de carácter sexual. Este hombre, que conocía a los padres del menor, tiene además a sus espaldas un largo historial de denuncias por hechos similares que comenzaron hace doce años, concretamente en 2004, entre ellas una presentada por su exmujer por supuestos tocamientos a la hija pequeña de ambos. Pero en todos estos anteriores casos, pese a haber sido objeto de investigación policial, nunca se llegó a demostrar su imputación por el miedo y vergüenza de las víctimas, así como por la corta edad que tenían éstas.

La investigación, informó la comisaría de Vigo en un comunicado, se inició tras la denuncia presentada por un matrimonio el pasado mayo, en la cual señalaban que su hijo de 12 años podría estar siendo víctima de abusos. Fue entonces cuando agentes del grupo del Servicio de Atención a la Familia (SAF) comenzaron las indagaciones, con un exhaustivo control de las redes sociales, aplicaciones y chats que usaba el menor, descubriendo una conversación con un adulto que aportó pistas y resultó clave en las pesquisas. Las investigaciones se centraron en ese individuo, descubriéndose en un estudio más pormenorizado del teléfono de la víctima el envío de archivos de carácter sexual entre el niño y el hombre que después resultaría detenido.

El arrestado era conocido en medios policiales, pues en 2004 su exmujer lo había denunciado por supuestos tocamientos a la hija de ambos y que, posteriormente, otra joven presentó una denuncia een la que declaraba que su niña de 4 años también había sido objeto de abusos por parte de ese varón. Además, durante los años siguientes, el hombre fue investigado por hechos de similares características, si bien, concretan en la nota de prensa, en todos estos casos no se logró demostrar su imputación "por el posible miedo o vergüenza de las víctimas, así como por la corta edad de éstas".

Debido al caso del niño de 12 años se puso en marcha un dispositivo que concluyó con su localización y detención, tras lo que se le tomó declaración. Esa tarde registraron su domicilio, incautándose los agentes de cuatro teléfonos móviles.

Diez años de prisión, otros ocho años de libertad vigilada y privación de la patria potestad. Es la pena que pide la Fiscalía para Henry C., colombiano de 58 años, por presuntamente abusar sexualmente durante al menos tres años de su hija menor. Con posterioridad a estos hechos por los que irá a juicio este 6 de julio en la Audiencia Provincial de Pontevedra, el hombre fue detenido en enero de 2015 acusado de amenazar y violar a su mujer y a esta menor en un piso de Vigo, donde las tuvo retenidas durante horas hasta que la adolescente logró enviar un WhatsApp de auxilio a un amigo. La juez de Violencia sobre la Mujer decretó entonces prisión preventiva.

Los hechos por los que irá a juicio en julio se iniciaron en el verano de 2011 o 2012, relata la fiscal en su escrito de acusación. La niña tenía 12 años. Los abusos comenzaron con tocamientos cuando padre e hija dormían en la misma cama en las vacaciones de verano que pasaban en Vigo. Esos abusos, se añade, fueron aumentando en la ciudad donde residían y después cuando en 2013 se trasladaron definitivamente a la urbe olívica. La situación se habría mantenido hasta que en 2014 la menor denunció los hechos.

Además de 10 años de prisión, la Fiscalía solicita que, una vez cumplida esta pena, se condene a Henry C. a 8 años de libertad vigilada con la obligación de estar localizado con aparatos electrónicos que permitan su seguimiento permanente. Asimismo, pide 15 años de alejamiento de la víctima y que la indemnice con 10.000 euros.