La defensa de José Cortiñas, el condenado por haber asesinado a su mujer embarazada Lupe Jiménez en febrero de 2014 en Pontevedra, volvió ayer a alegar que actuó por un arrebato, por lo que pide la reducción en su pena. No obstante, la acusación particular lo acusa de haber sido "juez y verdugo". El agresor ya utilizó durante el juicio esta misma estrategia de defensa, pero el jurado popular concluyó que no sufrió "ofuscación transitoria".